Butaqueros Argentinos: la increíble arquitectura del Gran Rex

Hace pocos días estuvimos hablándoles un poco acerca de uno de los teatros preferidos de la Ciudad de Buenos Aires: el Gran Rex. Desde Butaqueros Argentinos estuvimos realizando algunos trabajos sobre las butacas de este increíble espacio, instalando nuevos asientos para que las salas quedarán listas para recibir a los espectadores en las mejores condiciones. En el artículo de hoy nos vamos a dedicar a apreciar un poco la arquitectura de este teatro fabuloso y que además es uno de los iconos artísticos del país. 

Gran Rex, el hogar de los musicales

El Gran Rex es un teatro característico de la ciudad de Buenos Aires y del país en general, y se destaca principalmente por ser la cuna de grandes espectáculos musicales recibiendo tanto a artistas nacionales consagrados como internacionales. En cuanto a su capacidad el mismo puede recibir hasta 3262 espectadores.

Fue finalizado en el año 1937 después de tan solo 7 meses de construcción. En sus primeros años de vida el Gran Rex tenía altoparlantes en sus vestíbulos con los cuales los espectadores llamaban a sus coches que se encontraban aparcados en los subsuelos del teatro. Por otro lado, solía tener un bar de tres pisos, una sala de billar y un bowling, por lo que era un espacio completo para el entretenimiento de la época.

La arquitectura del Gran Rex

Como les mencionamos en el parrado anterior, el Gran Rex se construyó en tan solo 7 meses y fue finalizado en el año 1937. El responsable de su diseño fue Alberto Presbich, famoso también por ser el mismo creador del Obelisco de Buenos Aires. Junto a Presbich trabajó en la construcción del teatro el ingeniero Adolfo Moret.

El Gran Rex representó un antes y un después en la historia de la arquitectura moderna del país, por lo que se transformó en la obra más famosa de Presbich junto con el Obelisco. Lo más fascinante de este edificio es su efecto de continuidad entre el interior y el exterior, con vestíbulos separados de la zona exterior por una superficie vidriada.